Los argentinos que eligen Chile como destino laboral. La posibilidad de ganar entre el doble y hasta cuatro veces más que en Argentina, junto con la estabilidad económica, ha llevado a muchos profesionales de la salud a cruzar la frontera en busca de mejores oportunidades.
Motivos de la migración
- Mejores salarios: Según un gerente mendocino de una empresa en Chile, “allá se gana por lo menos el doble, pero en determinadas profesiones como los médicos podés ganar hasta cuatro veces más”. Esta diferencia salarial resulta clave para los médicos argentinos que ven limitada su proyección económica en el país de origen.
- Estabilidad económica y laboral: La estabilidad en Chile, sumada a un contexto de crisis económica en Argentina, motiva la decisión de los médicos de buscar empleo en el país vecino. Esta situación se ha visto acelerada tras la pandemia y la profundización de la crisis argentina.
- Demanda de profesionales especializados: Chile enfrenta una escasez de médicos y otros profesionales de la salud, lo que ha generado una alta demanda de trabajadores extranjeros, especialmente argentinos. La experiencia y la adaptabilidad de los médicos argentinos son valoradas en el país vecino, según Cepparo, quien destaca la “preparación y la flexibilidad” de los profesionales argentinos.
Facilidades para la homologación de títulos
Una de las ventajas que ofrece Chile es la posibilidad de homologar títulos de forma sencilla, sin necesidad de rendir exámenes complejos. Esto facilita la inserción laboral de los médicos argentinos, quienes pueden ejercer su profesión de forma rápida. Además, la opción de trabajar de forma remota, como sucede con algunas prepagas chilenas que permiten realizar consultas virtuales, amplía las posibilidades de empleo para los profesionales de la salud.
Impacto en el sistema de salud argentino
El éxodo de médicos argentinos hacia Chile impacta en la disponibilidad de profesionales en el sistema de salud pública de Argentina. La “fuga de cerebros” no solo afecta a los hospitales, sino también a las instituciones privadas, que deben competir con la posibilidad de que sus médicos emigren. Este fenómeno genera un déficit de profesionales especializados en diversas áreas críticas para la atención sanitaria.
