Barisich: “Las unidades de residencia se están viendo diezmadas”. Patricia Barisich es directora adjunta del Hospital “Abraham Piñeyro”. En diálogo con LT 20, expresó sobre el tema que “lo que la ministra está intentando es tratar de resucitar el programa de residencias. Desde hace unos ocho años, en todo el país, las unidades de residencia se están viendo diezmadas. Para dar un ejemplo, en residencia de clínica médica, hace diez años atrás quedaba gente afuera, ya que había tres cargos. Hoy, a lo sumo, puede haber dos. Hay varios factores que influyen y creo que la residencia como forma de preparación del médico está perdiendo vigencia: hay un cambio social, donde formarse y capacitarse, ya no es un valor, no existe este entrenamiento en la “trinchera”, y esto es una situación de altísimo riesgo para toda la comunidad”.
“La ministra Ortiz ha entendido que la sociedad cambió, que la gente tiene otros valores, otras expectativas y que los jóvenes no quieren apostar una parte de su vida para formarse, y plantea una reestructuración de todo el sistema para tratar de atraerlos. La capacitación es muy necesaria, la comunidad tiene que ser asistida por profesionales capacitados. El único lugar, para hacerlo correctamente, luego de la universidad, es en las residencias”, explicó.
La realidad. Luego, contó que “la idea es ver si los municipios pueden ayudar, por ejemplo, aportando una casa para que los residentes puedan vivir y aliviarles el alquiler, ya que los sueldos de las residencias no son altos. Ante, en donde hoy se saca sangre en el ex Hospital San José, estaba la histórica casa de los residentes. Por cuestiones políticas se perdió y también el espacio que teníamos dentro del hospital, que era un lugar para comer, con camas y un baño con ducha. Hay que empezar todo de nuevo y necesitamos profesionales que se hagan cargo de los pacientes, como clínicos, generalistas, emergentólogos y terapistas, no requerimos sub especialidades. Si el gobierno no vuelve a jerarquizar estas especialidades, no va a haber quien cuide a los pacientes. Nuestro hospital llegó a tener once unidades de residencia, con alrededor de cien residentes. En este momento, estamos en 30 personas y eso que estamos pensados para ser un hospital escuela. El HIGA pasó a tener de 50 a 160 camas, con lo cual se necesita el recurso humano. Tenemos un arduo trabajo por delante y queremos seguir en pie”.
