Por primera vez, un niño internado en el Hospital Garrahan en Buenos Aires experimentó la terapia asistida con perros, marcando el inicio del Programa de Terapia Asistida con Animales (TACA) en esta institución. La sesión, que tuvo lugar el martes pasado, involucró a Noah, un valiente niño de cinco años en proceso de recuperación tras un trasplante de riñón, y a Bella, una Golden Retriever entrenada por la Escuela de Perros Guía Argentinos (EPGA), en un encuentro que demostró los beneficios emocionales de la interacción con animales.
“Noah expresó su alegría al interactuar con Bella, recordándole a su propia perrita Luna, lo que subraya la importancia de tales interacciones para los pacientes pediátricos”, comentó la directora asociada de Atención Pediátrica del Hospital Garrahan, Patricia Bellani. Este programa no solo busca reducir la ansiedad y el estrés en niños hospitalizados sino también hacer su estancia más amena y acogedora.
La terapia asistida con animales se divide en actividades asistidas por animales, sin un objetivo terapéutico específico, y las TACA, que tienen fines terapéuticos dirigidos a mejorar condiciones particulares de salud. En el caso de Garrahan, el enfoque está en aliviar la ansiedad, el miedo y la frustración vinculados con internaciones prolongadas mediante un enfoque lúdico y terapéutico.
Este programa es parte de una serie de iniciativas de humanización que el Hospital Garrahan ha venido implementando, incluyendo eventos culturales, educación intrahospitalaria y celebraciones especiales, todo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus pequeños pacientes.
El convenio firmado entre el Hospital y la EPGA asegura que los animales participantes están adecuadamente entrenados y mantienen un estado sanitario óptimo. Liz Marín González, instructora de la EPGA, destacó el éxito de esta primera sesión, señalando la felicidad compartida tanto por Noah como por Bella, lo que refleja el impacto positivo mutuo de la terapia.
El Hospital Garrahan tiene planes de expandir este programa a otras áreas, incluyendo la terapia intensiva y las salas de espera, y explorar su uso en la estimulación sensorial, la rehabilitación kinesiológica, y como apoyo en la comunicación para niños con trastornos del espectro autista (TEA). Además, se contempla la posibilidad de permitir el ingreso de mascotas personales de los pacientes, bajo estrictas condiciones de seguridad y salud.
Esta iniciativa pone de manifiesto el compromiso del Hospital Garrahan con la incorporación de métodos terapéuticos innovadores y compasivos, abriendo nuevas vías para el cuidado emocional y físico de los niños.
