Científicos e ingenieros argentinos terminaron de fabricar el primer tomógrafo PET (Tomografía por Emisión de Positrones) desarrollado y hecho íntegramente en el país.
La tomografía computarizada (TC) es un método de diagnóstico paraclínico sumamente eficaz. A pesar de que la calidad pueda variar según el equipo tomográfico utilizado, generalmente las características de precisión de la TC hacen de esta técnica uno de los mejores métodos para los diagnósticos complejos de lesiones no observables en radiografías convencionales.
Teniendo en cuenta la necesidad sanitaria pública de contar cada vez con más aparatos avanzados de este tipo y sabiendo que los existentes son producidos en el exterior, un grupo de técnicos y científicos argentinos lograron avanzar en la fabricación nacional de un modelo de última generación.
Los especialistas que tomaron parte de este gran proyecto conforman el Grupo de Sistemas Digitales y Robótica del Centro Atómico Ezeiza, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Actualmente, el equipo fue llevado al Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, donde funcionará en un espacio especialmente acondicionado dentro del Servicio de Medicina Nuclear de ese centro de salud, que pertenece a la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Claudio Verrastro, jefe de la División de Sistemas Digitales y Robótica de la CNEA, explicó que el próximo paso será pedirle a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) la autorización para trabajar con radiofármacos y, posteriormente, comenzará una etapa de caracterización del equipo desde el punto de vista funcional que permitirá homologarlo para su utilización en pacientes.
Según publicó la Comisión Nacional de Energía Atómica, el tomógrafo AR-PET obtendrá imágenes anatómicas y funcionales del cuerpo humano de forma no invasiva, brindando un diagnóstico preciso de ciertas enfermedades como el cáncer, problemas cardíacos y trastornos cerebrales. Los expertos relataron que funciona de manera inalámbrica con un consumo de 12 voltios, lo que permite utilizar baterías con menor impacto ambiental. También puede operar con dos de sus seis componentes principales, lo que facilita que el equipo sea reparado sin interrupciones en la prestación de sus servicios.
Se trata de un proyecto que comenzó en 2005 y que fue posible gracias al financiamiento de un Estado que confió en el desarrollo tecnológico nacional. “En 2015, el proyecto ya estaba terminado. Desde entonces, no recibimos más fondos específicos para el desarrollo del equipo, que de todos modos seguimos mejorando, pero recibimos fondos por una cifra similar de parte de la Fundación Centro de Diagnóstico Nuclear, para la remodelación de la sala del hospital en el que hoy está instalado el equipo”, detalla Velastro.
Para su desarrollo, los especialistas importaron sólo los componentes que consideraban imprescindibles, como los cristales centelladores, fotomultiplicadores y microchips electrónicos (que de todos modos impactaron en más del 50% del costo del equipo), mientras que la mecánica y la electrónica fueron diseñadas y patentadas de manera local. Resta saber qué política tomará la CNEA para la producción de estos equipos, si transferirá las patentes, a quién y de qué modo.
Fuente: “El primer tomógrafo fabricado en Argentina ya funciona en el Hospital de Clínicas.” — Clarín
“Así es el primer tomógrafo fabricado en Argentina que ya funciona en el Hospital de Clínicas” – InfoBae
“Argentina tiene su primer tomógrafo nacional: funciona en el Hospital de Clínicas y cuesta la mitad que uno importado” – Ovrik
Equipo Editorial de ResidenciasMedicas.com.ar