La medida, que busca un ajuste salarial en consonancia con el complejo escenario económico, ha sido impulsada por la necesidad de hacer frente a la creciente inflación y sus repercusiones en el sistema de salud.
Gustavo Domínguez, médico residente del hospital, explicó que la iniciativa surge ante la insuficiencia de los salarios para cubrir las necesidades básicas, un desafío agravado por el aumento desmedido del costo de vida. El reclamo se centra en la urgencia de considerar este contexto al ajustar las condiciones salariales, que han quedado rezagadas frente a la realidad económica actual.
La protesta, que cuenta con la participación de prácticamente todos los sectores, exceptuando algunas especialidades post-básicas, se ha materializado a través de gestiones formales. Se han enviado notas a la dirección del Hospital y al Ministerio de Salud Pública, buscando una solución constructiva al conflicto.
En una reunión matutina celebrada este jueves, los médicos presentaron una propuesta de aumento salarial, considerada no negociable. Ante esta postura, expresaron su disposición a mantener la medida de fuerza hasta obtener una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades.
El objetivo principal de los médicos residentes es alcanzar un sueldo que permita cubrir la canasta básica, la cual en enero alcanzó la cifra de 600 mil pesos. Ante los aumentos significativos de precios en las últimas semanas, la demanda se presenta como una necesidad ineludible para asegurar condiciones dignas de vida.
