Hoy nos encontramos ante una noticia que modifica la estructura tradicional de la formación médica y abre puertas a nuevos paradigmas educativos. La Universidad de Buenos Aires (UBA) ha decidido llevar a cabo un cambio significativo en su programa de estudios de la carrera de Medicina: de los clásicos siete años y medio, la carrera se ha acortado a seis años. Pero, ¿qué implica esto para los futuros médicos?
Un Cambio Necesario
Desde la Facultad de Ciencias Médicas, el decano Luis Ignacio Brusco lo expresó claramente: “La propuesta introduce un enfoque más flexible”. Esta flexibilidad está pensada para poner al estudiante en el centro de su educación, permitiéndoles elegir rotaciones acorde a sus intereses y objetivos tanto personales como profesionales. Es un paso hacia la autonomía del estudiante, permitiendo que la formación se adapte a sus aspiraciones individuales y no al revés.
La reforma contempla el acortamiento de la carrera en 1000 horas, que se traducen en una reducción de un año a año y medio en la cursada.
Se incorpora un enfoque en la salud global y la medicina comunitaria, de manera de formar a los estudiantes sobre los desafíos a nivel mundial y la importancia de la medicina preventiva y la promoción de la salud. Otra novedad es que se suma una rotación por Emergentología a la Práctica Final Obligatoria.
Modernización Integral
Este cambio no es un hecho aislado. Forma parte de un programa integral de modernización que ya ha afectado a otras carreras como Ingeniería Industrial, Ingeniería en Informática, Economía y Administración Agrarias. Todas estas carreras han experimentado una reducción en su duración.
Un Enfoque en la Actualización Académica
A partir del próximo año, los nuevos ingresantes del Ciclo Básico Común (CBC) ya se verán inmersos en esta nueva estructura curricular. La universidad ha manifestado su intención clara de “actualizar la formación académica de los futuros profesionales”. Además de reducir la duración, se crean títulos intermedios. Esta modernización se alinea con la visión del rector Ricardo Gelpi, quien mencionó la necesidad de “agilizar las trayectorias académicas y enfrentar la deserción estudiantil, sin perder calidad académica”.
Reflexiones Finales
Aunque habrá opiniones divididas, no podemos negar que la medicina, como ciencia y arte, está en constante evolución, y nuestra formación debería reflejar eso. Los cambios en la UBA son un recordatorio de que, para seguir siendo líderes en la formación médica y continuar formando a profesionales de excelencia, es esencial revisar y adaptar nuestras metodologías y enfoques educativos
“Trabajando de forma conjunta entre el rectorado y las distintas facultades estamos logrando objetivos con la idea de que los estudiantes puedan egresar con un título y una experiencia educativa de calidad, en menor tiempo, priorizando siempre, la excelencia en la formación y la modernización académica”, argumentó Gelpi.
